Inmersos en pleno verano, las altas temperaturas no nos abandonarán durante un tiempo. En el sector turístico, sobre todo en zonas de clima muy cálido, los propietarios de viviendas vacacionales deben buscar soluciones para poder ofrecer la máxima comodidad para sus huéspedes en estos calurosos días. Andalucía en esta época es destino elegidos por muchos viajeros, por lo que si eres propietario de un inmueble turístico y quieres saber cómo refrescar tu alquiler vacacional en verano, quédate con nosotros que te vamos a dar unos trucos para hacerlo y que tus inquilinos disfruten de una gran experiencia en tu alojamiento.
10 consejos para hacer que tu vivienda vacacional sea fresca en verano
Cuando pensamos en refrescar una vivienda turística, lo primero que se nos pasa por la mente es el aire acondicionado. Evidentemente, es la forma más rápida y fácil de poder hacerlo, pero no todos los clientes son partidarios de este sistema, por los problemas de salud que puede producir en ciertos viajeros. Y no olvidemos el gasto energético que supone para los propietarios.
Hay ciudades de interior como puede ser Sevilla es la que parece inconcebible vivir en época estival sin aire acondicionado. Y seguramente sea así. Pero hay días en los que las temperaturas dan una tregua y podemos contar con alternativas que nos ayuden a refrescar nuestro alquiler vacacional y no acabar con un gasto elevado en electricidad.
Las propiedades vacacionales situadas en la playa o en la sierra gozan de unas temperaturas más moderadas y es por ello que muchas de ellas no cuentan con un aire acondicionado entre su equipamiento o al menos no en todas las estancias.
Tanto si quieres ahorrar en tus facturas con un consumo menor de aire acondicionado, como si no cuentas con este recurso y deseas que tus clientes tengan una gran estancia en días calurosos, quédate leyendo que vamos a darte unos trucos para refrescar tu alquiler vacacional en verano. Conseguirás reducir la temperatura de tu vivienda y hacer que la estancia de tus inquilinos sea más confortable. Estos se marcharán satisfechos y dejarán buenas reseñas de tu alojamiento.
1. Cuenta con un buen aislamiento
Contar con una vivienda bien aislada nos ayuda a protegernos del calor, pero también del frío. Disponer de un buen aislamiento puede suponer una alta inversión en un principio, pero será un gasto que luego amortizarás con el ahorro de electricidad.
Para ello coloca ventanas con doble acristalamiento, puertas bien ajustadas y herméticas, recubre el interior de las paredes con materiales aislantes, así como coloca este tipo de material en el suelo y la azotea o tejado si dispones de ellos. Hay pinturas aislantes térmicas (con microesferas cerámicas o aerogeles) que puedes utilizar tanto en interior como en exterior y que aíslan la superficie y rompen los puentes térmicos.
2. Dispón de ventiladores
¿Quién no recuerda los calurosos días de verano de hace unas décadas con toda la familia alrededor del ventilador? Es el sustituto habitual del aire acondicionado y un clásico que ha cambiado con los tiempos. Los ventiladores se han convertido en una gran opción para los días de menos temperatura y para aquellos lugares donde el sol no aprieta demasiado. Pueden conseguir disminuir la sensación térmica en varios grados centígrados.
Los ventiladores de techo se han convertido en una gran alternativa, sobre todo, para las habitaciones. Proporcionan el punto justo de frescor con sólo mover el aire. No resecan el ambiente ni las vías respiratorias, por lo que es buena idea para los dormitorios. Además, consumen menos energía.
Los numerosos tamaños, diseños y velocidades los han erigido en una magnífica opción para muchos días de verano.
3. Opta por tejidos naturales
Es importante para refrescar tu alquiler vacacional en verano hacer un cambio de textiles (cojines, cortinas, ropa de cama…). Este cambio se realiza dos veces al año: en verano y en invierno. Hay materiales ligeros que proporcionan frescura, transpiran mejor y no retienen el calor como el algodón, el lino o la seda.
Si tu sofá cuenta con una tapicería calurosa, puedes colocar una funda o una colcha fina con tejidos que transpiren mejor. Hay que evitar el poliéster o cualquier otra fibra sintética en estas fechas. El sofá es uno de los lugares más utilizados por los huéspedes, por lo que debemos prestarle gran atención.
Las sábanas de algodón son la mejor opción para el verano, y si tu colchón tiene un lado de verano y otro de invierno, hay que colocarlo adecuadamente.
4. Elige un mobiliario y una decoración frescos
Es muy importante para evitar el calor en tu vivienda vacacional contar con poco mobiliario que haga las estancias más amplias y reduzca la sensación de agobio. Las viviendas vacacionales en verano tienen siempre una decoración más ligera, más minimalista.
Olvida los colores oscuros en las cortinas y los estores para que no se concentre en ellos la luz. También hay que cambiar las cortinas de telas pesadas por visillos, de tejidos ligeros y de colores claros, y si tienes alfombras, guárdalas o cámbialas a otras de materiales como el ratán, sisal o yute, más frescas. Pon espejos, que potencian la luz y amplían el espacio.
Para la decoración o algún mobiliario, utiliza elementos de mimbre, ratán, yute o bambú que aportarán frescor a tu vivienda vacacional.
Puedes incluir detalles de flores en algunos textiles. La naturaleza proporciona una sensación de frescor.
Crea espacios para que haya corrientes
Para refrescar tu alquiler vacacional debes generar corrientes de aire en tu alojamiento para que el aire fluya por él. Para ello, no debes tener mucho mobiliario que se convierta en un obstáculo.
5. Escoge bien los colores de la vivienda
Los colores claros y los tonos fríos son los más recomendables. El azul y el verde, así como la gama de blancos o crudos provocan una sensación térmica subjetiva de baja temperatura. Es una buena opción combinarlos, como el blanco con el azul, creando un ambiente veraniego en tu vivienda vacacional. Además, el blanco potencia la luminosidad.
6. Utiliza una iluminación led
Es importante cambiar las bombillas incandescentes por luces como las halógenas o las LED ya que las primeras aumentan la temperatura de la estancia ya que se calientan más.
7. Evita la entrada de luz con toldos y cortinas
Si cuentas con una terraza o un balcón en tu vivienda vacacional, debes disponer de toldos que protejan tu alojamiento del calor al impedir que entre la luz en la vivienda. De esta forma, tus huéspedes podrán disfrutar de estos espacios incluso en las horas de más luz.
8. Apuesta por las plantas
Para refrescar tu alquiler vacacional no hay nada mejor que las plantas. Las plantas son humidificadores y purificadores de aire naturales y nos ayudan a refrescar el ambiente. Son capaces de enfriar una vivienda de forma natural ya que liberan agua, oxigenan el ambiente y crean espacios con mayor humedad.
Hay plantas que absorben el calor, creando estancias más frescas, como la lengua de suegra, el aloe vera, el helecho de Boston, la cinta, el lirio de la paz, la sábila, la palmera areca o el poto.
Debes tener plantas en el interior y en el exterior. En el interior proporcionan un frescor natural y en las ventanas y en la terraza ayudan a reducir el calor y disminuyen la temperatura de la fachada exterior. Al regar las plantas se refresca la atmósfera.
A nivel visual, las plantas conformarán un ambiente verde y más fresco en tu vivienda vacacional.
9. Crea sombras en las zonas exteriores
Si cuentas con zonas exteriores como un jardín o un patio en tu vivienda vacacional, dispón de pérgolas, toldos o sombrillas con las que puedas crear sombras y así disminuir la entrada de calor hacia la vivienda. También puedes crear sombras con árboles y arbustos.
Tener plantas trepadoras en la fachada también te ayuda en esta función.
Abre la casa al exterior
Tener un acceso directo en el salón o alguna habitación al exterior, ya sea un jardín o un patio, te proporciona poder disfrutar de la brisa de la mañana o de la tarde en los días menos calurosos.
10. Ofrece recomendaciones de recetas frías
Los electrodomésticos que más calor generan cuando se utilizan son el horno y las placas o los fogones para cocinar. Aunque los huéspedes optarán por estar mucho tiempo fuera, también podrían aprovechar ciertos momentos del día para cocinar.
Puedes ayudarles a refrescar el ambiente ofreciéndoles una guía o un recetario con recetas frías, propias del verano (gazpacho, ensaladas, aliños…). Aprovecha para que conozcan cómo se preparan los productos locales, algo que agradecerán.
Disfrutarán de comidas saludables y evitarán utilizar los equipos que aumentan la temperatura de tu vivienda vacacional.
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