Reducir el consumo de energía es uno de los objetivos que deberíamos cumplir todos para poder rebajar las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero y ayudar al medioambiente. Pero la eficiencia energética también conlleva otro aspecto positivo, un ahorro de costes.
Si eres propietario de un inmueble turístico, quieres que sea una vivienda vacacional más sostenible y al mismo tiempo reducir tus gastos, te vamos a dar unos consejos para ahorrar en las facturas de la luz de tu alojamiento.
Aportarás tu granito de arena en la lucha contra el cambio climático y podrás economizar, evitando gastos en tu alquiler vacacional.
12 consejos para ahorrar en las facturas de electricidad de tu alojamiento
La concienciación de la sociedad en la disminución de la contaminación ha hecho que muchos huéspedes vean normal que su alojamiento, e incluso ellos durante su estancia, tomen medidas para un ahorro de energía. Esto nos favorecerá a la hora de establecer decisiones o normas que hagan disminuir el consumo energético de nuestro inmueble turístico.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la electricidad, en las tan odiadas facturas de la luz y en cómo podemos hacer para ahorrar en este aspecto y que nuestros inquilinos pongan de su parte.
Te contamos algunos consejos que puedes poner en práctica en tu vivienda vacacional para poder ayudaros con la factura de la luz y, que al mismo tiempo, también podréis aplicar en vuestra residencia habitual.
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1. Informar y concienciar a nuestros huéspedes
En la actualidad, es muy común encontrar en hoteles u otro tipo de alojamientos carteles y normas para el ahorro de energía o agua, por lo que pocos se sorprenden por ello.
Si queremos que los inquilinos de nuestra vivienda vacacional pongan de su parte, es recomendable concienciar sobre la trascendencia del ahorro energético. Por ello, sería importante que en tu guía de bienvenida o en las normas de la casa dejes instrucciones para el consumo moderado de luz. Explica las normas de funcionamiento de tus electrodomésticos y el uso racional y responsable de estos. Por ejemplo, establece unas temperaturas mínimas y máximas para tu sistema de calefacción o aire acondicionado, indícales que deben apagar las luces cuando salgan, o cerrar las ventanas para evitar que se vaya el frío o el calor con los sistemas de climatización encendidos.
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2. Tener electrodomésticos con una alta calificación en la etiqueta energética
Es momento de pensar en reemplazar tus antiguos electrodomésticos por otros con una etiqueta energética de alto nivel (representadas en la nueva clasificación energética desde la A hasta la G) ya que estos consumen menos que los que podemos tener en nuestras casas, pudiendo alcanzar hasta un consumo de energía inferior al 25 %.
Disponer de esta clase de electrodomésticos y seguir unas medidas básicas respecto a ellos, como reducir la temperatura del lavado de la ropa, llenar completamente el lavavajillas en cada lavado, usar el programa “eco”, o configurar correctamente las temperaturas del frigorífico o el congelador, son algunos ejemplos de un buen uso de estos aparatos electrónicos.
También es importante realizar revisiones periódicas de todos los grandes electrodomésticos para ver si tuvieran algún problema que haga que aumente su consumo como los filtros de los aires acondicionados sucios, por ejemplo.
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3. Revisar la instalación eléctrica
Es importante revisar la instalación eléctrica de tu propiedad para asegurarnos de que no esté en mal estado, que no haya fugas de corriente o fuga eléctrica, ni riesgo de sobrecarga. Es primordial cada cierto tiempo hacer un mantenimiento a dicha instalación ya que muchos componentes se pueden deteriorar con el paso de los años y unas instalaciones antiguas pueden consumir más.
También revisaremos si existen cables sueltos o en mal estado en las conexiones eléctricas o en los aparatos electrónicos. Evitaremos un consumo elevado de luz y velaremos por la seguridad de nuestros huéspedes.
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4. Disponer de un aislamiento térmico
Es fundamental para ahorrar en las facturas de electricidad en tu alojamiento contar con un buen aislamiento, sobre todo, en puertas y ventanas. Las ventanas aislantes y con doble acristalamiento son una buena opción para mantener tu vivienda vacacional fresca en verano y caliente en invierno, lo que hace que se minimice el uso de la calefacción y el aire acondicionado..
Una opción más económica es colocar cortinas gruesas al lado de las ventanas para evitar las pérdidas de calor en el invierno.
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5. Poseer una iluminación de bajo consumo
En el mercado podrás encontrar una gran variedad de bombillas de bajo consumo con las que podrás sustituir las bombillas convencionales que poseas. Es normal que tengan un mayor precio, pero con el tiempo las amortizarás. Con ellas, podrás ahorrar entre un 60 y un 80 % de energía, cuentan con una capacidad lumínica superior y disponen de una vida útil más larga.
Entre ellas encontramos las luces LED. Son las que tienen una mayor duración y un menor consumo de electricidad. También podemos optar por las halógenas o las fluorescentes.
Si además cuentas con dimmers o aparatos que te permiten regular la intensidad de la luz, podrás reducir aún más el consumo y el huésped podrá crear diferentes ambientes.
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6. Utilizar medidores de consumo y sensores inteligentes
Los medidores de consumo son dispositivos que nos proporcionan información en tiempo real de la cantidad de electricidad que se está utilizando en toda tu vivienda o en un sector en concreto, como el sistema de calefacción o en los electrodomésticos.
De esta forma, sabrás dónde se suele producir el mayor consumo de tus inquilinos para poder crear una estrategia de ahorro en base a esta información.
Podemos también aprovechar los sensores de movimiento y de ocupación inteligentes que apagan automáticamente luces y aparatos como el aire acondicionado cuando no hay ningún huésped en el inmueble.
Pero no sólo podemos aprovechar estos sensores para apagar, sino también para encender, como por ejemplo, la calefacción, cuando detecta que hay un inquilino en una estancia.
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7. Optar por la domótica
La domótica es una de las herramientas más eficaces a la hora de controlar el consumo de electricidad de tu inmueble turístico. Apostar por un hogar inteligente te ayudará a ahorrar y modernizará tu alojamiento.
Tendrás acceso a todos tus electrodomésticos a distancia y podrás controlarlos y hacer un apagado cuando tus inquilinos hayan dejado tu alojamiento.
Los termostatos inteligentes nos permiten establecer las temperaturas mínimas o máximas para que tus clientes no generen ambientes demasiado fríos ni demasiados calurosos que disparen el consumo y controlar la calefacción de forma remota cuando ya no tengas huéspedes.
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8. Aprovechar la luz natural
Muchas veces no es necesario durante el día encender luces si aprovechamos la luz natural que entra en nuestro alquiler vacacional, dejando que esta acceda a la vivienda, sobre todo, en invierno. Quita las persianas que no sean necesarias y haz la distribución de los muebles de manera que la luz llegue a todos los lugares de las estancias de la vivienda.
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9. Contratar una tarifa de luz especial más beneficiosa
Para reducir el consumo energético de tu alojamiento, haz una comparación de las tarifas de electricidad que existen y busca la que mejor se adapte a tus necesidades y con mejores precios. Hay tarifas especiales para empresas, para segundas residencias u ofertas para clientes que contratan el suministro para más de un inmueble.
Revisa tu tarifa actual y la potencia contratada y elige la que mejor te convenga.
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10. Desconectar los aparatos que no se utilicen
Aunque algunos aparatos eléctricos estén apagados, siguen consumiendo energía al quedarse en modo ‘stand by’, por lo que debes recomendar a tus huéspedes que desconecten, al menos, los que menos utilicen cuando no los estén usando, como la televisión, que se queda con la lucecita roja o el reloj del horno. Del mismo modo, siguen consumiendo los que se quedan cargando conectados a la red, como el teléfono móvil o el portátil.
Cuando estés en temporada baja o en una época de poca ocupación, desenchufa algunos electrodomésticos como la lavadora, el televisor o el lavavajillas.
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11. Valorar el uso de los limitadores de consumo
Es una opción por la que optan algunos propietarios para apagar, por ejemplo, el aire acondicionado al llegar a un límite de consumo. Una vez se exceda el mismo, si el usuario desea seguir utilizando ese apararo, debe introducir unas monedas o fichas. Pero estos aparatos pueden afectar negativamente a la experiencia de los huéspedes en tu alquiler vacacional, a la calidad del servicio, y traernos unas malas reseñas, que nos saldrían más caras que una alta factura de la luz.
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12. Colocar paneles solares.
Si tu presupuesto te lo permite y eres capaz de hacer esta inversión, llegarás a ahorrar hasta un 40-60% en tu factura de la luz de tu alquiler vacacional si colocas paneles solares.
Otros trucos para ahorrar en las facturas de la luz de tu alojamiento
Por último, os damos unos trucos para poder ahorrar en las facturas de electricidad de tu alojamiento.
- Coloca un tendedero en lugar de secadora ya que esta consume mucha energía. Si cuentas con espacio al aire libre, es la mejor opción.
- Pon medios de protección solar en verano. Coloca toldos, películas para ventanas, persianas o árboles que protejan a tu alojamiento de las altas temperaturas
- Instala ventiladores. Disponer de ellos hará que en los días menos calurosos tus inquilinos opten por ellos en lugar del aire acondicionado.
- Opta por una placa de inducción en lugar de una placa vitrocerámica porque consume hasta un 20% menos de electricidad.
- Lee nuestros artículos sobre consejos para refrescar tu alquiler vacacional en verano y acondicionarlo para el invierno.
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