El estado y el mantenimiento de una vivienda vacacional es fundamental para poder obtener la máxima rentabilidad con ella. Como propietarios, el producto que ofrecemos debe encontrarse siempre en buenas condiciones, no sólo para mostrar una excelente imagen a los potenciales clientes, sino para que la experiencia de los visitantes sea perfecta.
Ya sea porque quieres dedicar una segunda residencia al alquiler vacacional, porque has hecho una inversión con un inmueble para dedicarlo a este negocio o porque desees cambiar tu vivienda vacacional para darle una nueva imagen, te vamos a dar 10 consejos sobre reformas para mejorar tu alojamiento. Te ayudarán a convertir tu inmueble en un lugar confortable, acogedor y seguro para tus viajeros.
Las reformas en la vivienda vacacional
A la hora de plantearse hacer una o varias reformas en el alquiler vacacional hay que tener en cuenta más factores que cuando queremos hacer cambios en nuestra vivienda personal.
Lo primero es saber qué tipo de reformas debes o quieres hacer y cuál sería su duración estimada. Es recomendable afrontar estas situaciones en temporada baja para que las pérdidas de beneficios sean las mínimas ya que deberás tener, durante el tiempo de las obras, tu calendario de ocupación vacío. Sé flexible con este aspecto porque siempre suele haber algún imprevisto que haga que las fechas de finalización se alarguen.
A la hora de decidir cuál será el mejor momento para comenzar las obras en tu alojamiento, piensa el tipo de remodelación que vas a realizar y que época del año sería la más adecuada para ciertos procedimientos por el tiempo de secado que requieren.
Infórmate de los permisos y autorizaciones necesarios, incluyendo la opinión de los vecinos si fuera necesario, para establecer los plazos. Pide presupuesto y escoge a buenos profesionales. Supervisa los trabajos en la medida de lo posible y si estás alejado de tu propiedad, cuenta con alguien de confianza que lo haga.
Es casi imposible predecir con exactitud cuándo concluye una obra, pero si dispones de una buena planificación, los plazos no se prolongarán tanto.
10 reformas para mejorar tu alojamiento
Si queremos que nuestro inmueble turístico ofrezca algo diferente, debemos aumentar su valor realizando una serie de reformas o remodelaciones que produzcan un impacto en nuestros clientes.
Hablaremos de cambios sencillos, reformas pequeñas y económicas que pueden marcar la diferencia con la competencia, pero también de obras que conlleven una mayor inversión.
1. Haz cambios en la decoración
Pinta la vivienda para ofrecer un nuevo aspecto. Elige tonos neutros y colores claros para obtener luminosidad y que guste a la mayor cantidad de inquilinos.
Al sustituir los textiles (cojines, ropa de cama, cortinas…), harás que cambie la imagen de las estancias.
Introduce detalles extra como plantas o elementos decorativos.
2. Adecúa la iluminación
Cualquier cambio en la iluminación, por muy pequeño que sea, supone una gran mejoría. Una buena iluminación destaca la decoración de la vivienda vacacional, crea una sensación de espacio mayor e incluso afecta a nuestro estado de ánimo.
Potencia la luz natural colocando cortinas ligeras que dejen pasar la luz del sol y cuida la iluminación ambiental. Coloca varios tipos de luces en cada estancia: para toda la estancia, varios puntos de luz para ofrecer una luz tenue y más acogedora y alguna lámpara de mesa o de pie.
Son recomendables las luces led por la regulación de su intensidad y por su poco gasto energético.
3. Modifica aspectos de la cocina y el baño
La cocina y el baño son dos zonas estratégicas de la vivienda vacacional y a las que el cliente suele prestar bastante atención.
En el baño, puedes cambiar la bañera por un plato de ducha buscando un aire más moderno, la utilidad para el cliente y pensando, sobre todo, en la accesibilidad; renovar el mueble del lavabo o cambiar el espejo. Introduce algunos azulejos de diseño o crea una buena presión de agua en la ducha. Son todos aspectos que mejorarán la experiencia del huésped.
En la cocina, puedes renovar los muebles pintándolos o aplicando vinilos adhesivos. Una reforma de mayor importancia, pero que tiene un gran impacto, es abrir este espacio al salón. Hará que ambas estancias parezcan más amplias, diáfanas y luminosas.
Cambiar la grifería de ambas estancias, así como el fregadero y el lavabo, son remodelaciones menores, pero que provocarán un gran cambio.
4. Compra muebles multifuncionales y de almacenaje
Los muebles multifuncionales son muy prácticos para el alquiler vacacional ya que en un sólo equipamiento puedes contar con varias opciones. Mesas extensibles y plegables, sofás cama o camas abatibles son algunas posibilidades.
Escoge mobiliario que no ocupe mucho espacio y que cuente con almacenaje como un puf o un banco con un lugar para guardar.
5. Pon aislamiento en las puertas y en las ventanas
El aislamiento en las ventanas y puertas influye significativamente en el ahorro energético, al regular las temperaturas del interior de la vivienda vacacional y evitar la pérdida de calor o de frío en las diferentes estaciones. También reduce el ruido y mejora el confort del cliente.
La doble ventana o el doble acristalamiento con aislamiento térmico son algunas opciones.
6. Establece medidas de seguridad
Los clientes valoran mucho la seguridad en su alojamiento. Contar con alarmas y cámaras de seguridad, así como otras medidas de seguridad como detectores o sensores (de humo, de monóxido de carbono, de movimiento, de puertas y ventanas…) proporcionarán tranquilidad para ti y para tus huéspedes.
7. Renueva los suelos y las puertas
Si no quieres cambiar las puertas por la gran inversión y el trabajo que supone, puedes renovarlas lijándolas y pintándolas. Cambiar las manillas también produce un efecto de novedad.
Poner suelo laminado es un gran alternativa a cambiar el suelo por completo. Es un material económico y fácil de colocar.
8. Añade elementos extra
Valora añadir algún elemento que le aporte valor a tu propiedad como una piscina, un jacuzzi, un pequeño gimnasio, siempre en la medida de tus posibilidades. Ampliarás el espacio habitable para tus inquilinos, quienes contarán con más posibilidades para disfrutar en su estancia.
9. Plantéate disponer de medidas de accesibilidad
Las medidas de accesibilidad e inclusividad se están generalizando en la mayoría de inmuebles turísticos. La conciencia de hacer un alojamiento para todos es mayoritaria entre los anfitriones de alquiler vacacional, quienes están tomando medidas para garantizar el acceso y disfrute en su propiedad a personas con discapacidad, con necesidades especiales o a otros grupos de población que requieren unas características especiales en el alojamiento para disfrutarlo al máximo como los mayores, las personas accidentadas o las familias con bebés o niños.
Puedes realizar algunas adaptaciones en tu vivienda como ampliar puertas y pasillos, acondicionar la cocina con muebles con medidas y una distribución especial, incluir elementos en el baño (asideros en el inodoro, plato de ducha, elevador de wc, suelo antideslizante…), señalizar las entradas a las habitaciones, colocar una plataforma salvaescaleras o adecuar los accesos a tu vivienda.
10- Revisa las instalaciones eléctricas y de agua
Verificar el estado de la instalación eléctrica y de las tuberías de agua son tareas que no solemos realizar hasta que se presenta algún problema o percance. Como propietarios, debemos prevenirlos para asegurar la tranquilidad de nuestros inquilinos y para no perder días de reservas si hubiera algún problema por este motivo.
Realiza una inspección visual para comprobar el cuadro eléctrico, los enchufes e interruptores del inmueble, así como los casquillos de las lámparas y, si notas algo extraño como cables pelados, plásticos en mal estado o alguna avería, puedes resolverla tu o llamar a un técnico proesional.
Al revisar la fontanería de tu alojamiento evitas despilfarros de agua innecesarios y nos previene de problemas más graves en un futuro.
Localiza la llave de paso general y comprueba si funciona correctamente, revisa los grifos y tuberías en busca de ruidos, fugas u obstrucciones; inspecciona las tuberías externas (grietas, corrosión, oxidación, daños por el sol,…) y sus conexiones, mira las tuberías de la lavadora y lavavajillas, comprueba el inodoro y los desagües, revisa el calentador del agua y mira la presión y el color del agua.
Para algunas de estas gestiones sería recomendable la ayuda de un profesional de la fontanería.
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